La válvula EGR (Recirculación de Gases de Escape, por sus siglas en inglés) es un componente del sistema de control de emisiones en los motores de combustión interna. Su función principal es recircular una porción de los gases de escape, que normalmente se expulsarían al medio ambiente, regresando de nuevo al sistema de admisión del motor. Esta recirculación de gases de escape tiene varios propósitos y beneficios:
- Reducción de Óxidos de Nitrógeno (NOx): Al recircular gases de escape, se reduce la temperatura de combustión en la cámara, lo que ayuda a disminuir la formación de NOx, que son contaminantes atmosféricos.
- Control de la Temperatura de Combustión: La recirculación de gases de escape también ayuda a controlar la temperatura dentro de la cámara de combustión. Esto puede ser beneficioso para prevenir la detonación y reducir el estrés térmico en el motor.
- Mejora de Eficiencia del Combustible: Al recircular gases ya quemados, se puede reducir la cantidad de oxígeno disponible en la mezcla de aire y combustible. Esto puede ayudar a mejorar la eficiencia del combustible en el auto.
El funcionamiento de la válvula EGR es controlado por el sistema de gestión del motor. La válvula se abre y cierra en respuesta a las condiciones de funcionamiento del motor, como la carga, la temperatura y la velocidad. Cuando se abre, permite que los gases de escape entren en la admisión y se mezclen con el aire fresco y el combustible.
Es importante señalar que, a veces, la válvula EGR puede acumular carbono y suciedad, lo que puede afectar su funcionamiento. En tales casos, puede ser necesario limpiar o reemplazar la válvula para mantener el rendimiento del motor y la eficiencia del combustible.
¿Qué es la EGR en un motor diesel?
La válvula EGR (Recirculación de Gases de Escape) en un motor diésel cumple la misma función que en un motor de gasolina. Su objetivo principal es recircular una porción de los gases de escape hacia la admisión del motor. Esto ayuda a controlar las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y a regular la temperatura de combustión.
En un motor diésel, la válvula EGR permite que parte de los gases de escape, que contienen dióxido de carbono (CO2), óxidos de nitrógeno y otros compuestos, vuelvan a entrar en la cámara de combustión. Al hacerlo, se reduce la cantidad de oxígeno disponible durante la combustión, lo que disminuye la temperatura de la llama y reduce la formación de NOx, que son contaminantes atmosféricos.
La recirculación de gases de escape en motores diésel ayuda a cumplir con las regulaciones de emisiones y mejora la eficiencia del combustible. Sin embargo, al igual que en los motores de gasolina, la válvula EGR en motores diésel puede acumular carbono y suciedad con el tiempo, lo que podría requerir mantenimiento o limpieza periódica.